El León enamorado de la hija del labrador
El asno y la perrita faldera
Se había enamorado un león de la hija de un labrador y la pidió en matrimonio.
Y no podía el labrador decidirse a dar su hija a tan
feroz animal, ni negársela por el temor que le inspiraba. Entonces ideó lo
siguiente: como el león no dejaba de insistirle, le dijo que le parecía digno
para ser esposo de su hija, pero que al menos debería cumplir con la siguiente
condición:
que se arrancara los dientes y se cortara sus uñas,
porque eso era lo que atemorizaba a su hija.
El león aceptó los sacrificios porque en verdad la amaba.
Una vez que el león cumplió lo solicitado, cuando volvió
a presentarse ya sin sus poderes, el labrador lleno de desprecio por él, lo
despidió sin piedad a golpes
MORALEJA:
Nunca te fíes demasiado como para despojarte de tus propias defensas, pues
fácilmente serás vencido por los que antes te respetaban
Fet per: Kerlly Morales
El asno y la perrita faldera
Un
granjero fue un día a sus establos a revisar sus bestias de carga: entre ellas
se encontraba su asno favorito, el cual siempre estaba bien alimentado y era
quien cargaba a su amo. Junto con el granjero venía tambien su perrita faldera,
la cual bailaba a su alrededor, lamía su mano y saltaba alegremente lo mejor
que podía. El granjero reviso su bolso y dio a su perrita un delicioso bocado,
y se sento a dar ordenes a sus empleados. La perrita entonces saltó al regazo
de su amo y se quedó ahí, parpadeando sus ojos mientras el amo le acariciaba
sus orejas.
El asno
celoso de ver aquello, se solto de su jáquima y comenzó a pararse en dos patas
tratando de imitar el baile de la perrita. El amo no podía aguantar la risa, y
el asno arrimándose a él, puso sus patas sobre los hombros del granjero
intentanto subirse a su regazo. Los empleados del granjero corrieron
inmediatamente con palos y horcas, ensenandole al asno que las toscas
actuaciones no son cosa de broma.
Moraleja
No nos dejemos llevar del mal consejo que siempre dan los injustificados celos.
No e encontrado el
autor así que pongo la pagina:
Alex Orozco Gómez
El lobo flautista y el cabrito
Un cabrito se resagó en
el rebaño y fue alcanzado por un lobo que lo perseguía. Se
volvió hacia éste y le dijo:- Ya sé, señor lobo, que estoy
condenado a ser tu almuerzo. Pero para no morir sin
honor, toca
la flauta y yo bailaré por última vez. Y así lo hicieron, pero los perros, que no estaban
lejos, oyeron el ruido y salieron
a perseguir al lobo. Viendo la mala pasada, se dijo el lobo: - Con sobrada razón me ha sucedido esto, porque siendo
yo cazador, no debí meterme a flautista. Moraleja: Cuando
vayas a efectuar una nueva actividad, antes ten en cuenta tus capacidades y las circunstancias, para valorar
si podrías salir adelante.
Escrito por:
Rafael Pérez Martín
Por Maria Del Carmen Moreno
Faules d’lsop: el lleó i
el mosquit.
Un lleó gran i agressiu anava entre la
gent enganyant-los i després terroritzant-los amb les mentides més infectes.
Aparegué un mosquit i va fer unes voltes pel cap coronat del gran felí,
ssssssssh. sssssssssh, sssssssssssssssssh! li brunzia a prop de l’orella, sobre
el musell i prop dels ulls.
––Ja pots rugir que amb això no impediràs que la
gent escolte el meu melodiós brunzit ––li va dir el mosquit. Amb tota la teua
força i les teues males arts no podràs evitar que per tot el món siga conegut
el que fas i no dius.
––Accepte el repte ––va dir el lleó.
Iniciaren el combat, tan desigual, i el lleó
llançava les urpes i mossegava ací i allà. El mosquit li se ficà a dins de
l’orella i el picà sense parar amb el seu fibló. El dolor que li produí va fer
embogir el lleó. Que s’esgarrapava profundament intentant traure’s el mosquit i
es va fer grans ferides al cap i l’orella. El mosquit va donar el combat per
guanyat i emprengué el vol. Ssssssssssssh, sssssssssssh, sssssssssssh, brunzia
fort i ferm que traslladat al llenguatge de la gent era una àmplia narració de
les malifetes del lleó i els seus amics i/o enemics. El vol del mosquit acabà,
de sobte, entre les teles llefiscoses d’una aranya –algú va insinuar que era amiga del lleó. La
història no està resolta i hui, 7 de desembre de 2010, encara veiem el mosquit
movent-se per a alliberar-se.
Conte popular triat
per Raúl Esteban Gonzàlez
LA FALSA APARIENCIA
u
|
-Mira abuelita -dijo al llegar a casa-, he traído las más hermosas...¡mira qué bonito es su color escarlata! Había otras más arrugadas, pero las he dejado.
-Hija mía -repuso la anciana-esas arrugadas son las que yo siempre he recogido. Te has dejado guiar por
las apariencias engañosas y has traído a casa hongos que contienen
veneno. Si los comiéramos, enfermaríamos; quizás algo
peor...
Adela comprendió entonces que no debía dejarse guiar por el bello aspecto de las cosas, que a veces ocultan un mal desconocido.
Adela comprendió entonces que no debía dejarse guiar por el bello aspecto de las cosas, que a veces ocultan un mal desconocido.
Cuento popular elegido
por Abel Pedrón
Faules
EL Leon y El Raton
Unos ratoncitos, jugando sin cuidado en un prado, despertaron a un león que dormía plácidamente al pie de un árbol. La fiera, levantándose de pronto, atrapó entre sus garras al más atrevido de la pandilla.
El ratoncillo, preso de terror, prometió al león que si le perdonaba la vida la emplearía en servirlo; y aunque esta promesa lo hizo reír, el león terminó por soltarlo.
Tiempo después, la fiera cayó en las redes que un cazador le había tendido y como, a pesar de su fuerza, no podía librarse, atronó la selva con sus furiosos rugidos.
El ratoncillo, al oírlo, acudió presuroso y rompió las redes con sus afilados dientes. De esta manera el pequeño exprisionero cumplió su promesa, y salvó la vida del rey de los animales.
El león meditó seriamente en el favor que acababa de recibir y prometió ser en adelante más generoso.
El ratoncillo, preso de terror, prometió al león que si le perdonaba la vida la emplearía en servirlo; y aunque esta promesa lo hizo reír, el león terminó por soltarlo.
Tiempo después, la fiera cayó en las redes que un cazador le había tendido y como, a pesar de su fuerza, no podía librarse, atronó la selva con sus furiosos rugidos.
El ratoncillo, al oírlo, acudió presuroso y rompió las redes con sus afilados dientes. De esta manera el pequeño exprisionero cumplió su promesa, y salvó la vida del rey de los animales.
El león meditó seriamente en el favor que acababa de recibir y prometió ser en adelante más generoso.
Aqui os dejo este video tan buenoo
jajajajajajaj
Aqui una imatge
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